Cuidando la salud de nuestro perro

Y después de evaluar las razones a favor y las razones en contra, hemos decidido compartir nuestro hogar y nuestro tiempo con una mascota.

Evaluamos nuestra rutina diaria, las condiciones de la vivienda, la dinámica familiar, las necesidades del nuevo miembro de la familia y hemos escogido un perro.

Estamos en la fase de indagar la mejor manera de alimentarlo.

De acuerdo a su raza, edad y procedencia, consideramos adecuado seguir las recomendaciones del cuidador anterior, además de consultar a un experto veterinario o un nutricionista canino.

Si se tiene tiempo y aprobación, es posible preparar en casa los alimentos que integren la dieta del animal. Esto será beneficioso para él, pues estará cuidadosamente bien alimentado, y divertido para nosotros, pues evitaremos crearle malos hábitos o atentar contra su salud al compartir alimentos de nuestra mesa con él, lo cual rara vez es apropiado.

El sistema digestivo canino es muy fuerte, resistente, con características bien particulares. Pueden los perros digerir huesos de otros animales, carnes rojas, pollo, pescado, pavo; vegetales, avena, arroz, así como grasas animales y vegetales.  Los alimentos concentrados comerciales suelen estar aprobados también para el consumo de los perros.

Entre los alimentos de consumo humano no recomendados para los perros se encuentran: el chocolate, la leche, el queso, la cebolla, el ajo, las uvas, el aguacate, el corazón de las manzanas, masas fermentadas, café, nueces, alimentos con moho, sal, alcohol, xilitol, huevos crudos, helados, azúcar, dulces en general y huesos pequeños.

Un buen alimento concentrado para perros de manufactura comercial debe estar compuesto por proteínas (como carnes rojas, pollo, pescado o pavo), hidratos de carbono (avena, arroz y vegetales), grasas animales y vegetales.

perro comiendo

En el caso de la preparación casera de los alimentos, deberá complementarse con vitaminas y otros suplementos según la recomendación del experto, pues es importante recordar que cada raza canina tiene sus requerimientos nutricionales específicos.

Un preparado casero que puede ser adecuado a cualquier raza es el Arroz con Pollo. Se puede preparar con arroz para consumo humano. La idea es que el arroz quede un poco más blando de lo que se espera para el consumo de las personas. En cuanto al pollo, lo ideal es que se seleccionen las partes blandas de éste, sin huesos. Se cocinan por separado, bien a la plancha o cocidas en agua, y luego se incorporan al arroz. Se dejan cocer juntos unos minutos más y estará listo. Este plato se prepara en quince minutos aproximadamente.

Otro platillo que se puede preparar sin riesgos para el consumo de nuestro perro es el Puré de Vegetales. En este caso, puede recurrirse a lentejas cocidas, hechas puré – muy blandas – para favorecer la acción de las enzimas digestivas del animal. También pueden prepararse legumbres que se hayan dejado en remojo la noche anterior, o se cuezan en la olla express. La consistencia de este platillo es similar a la papilla infantil.

¿Cómo saber si nuestro perro goza de buena salud?

La observación es la clave. Conocer la conducta cotidiana de nuestra mascota es lo esencial, para poder determinar cuándo algo no está bien. Por lo general, los perros jóvenes son activos, ágiles, muy despiertos y juguetones. Sin embargo, es importante recordar que su actitud está en gran parte determinada por la raza y por su edad.

Para simplificar un poco este punto, establezcamos cuáles son los básicos en el cuidado de los perros.

  •  Alimentación:

Un animal bien alimentado tendrá buena actitud, será jovial y se mostrará animado durante el día. Si las raciones el balance nutricional son adecuados, esperará de buena gana que sea su hora de comer. Caso contrario, pedirá alimentos a deshora.

Es recomendable ser firme en cuanto al horario de comidas y es importante evitar compartir el alimento de nuestro plato con él, pues esto creará un hábito desagradable e inconveniente a lo largo del tiempo.

  • Higiene y actividad física:

El espacio que ocupa nuestra mascota debe estar siempre limpio, libre de restos de alimentos y de fluidos corporales. Su cama, juguetes y utensilios, así como sus accesorios de aseo deben estar siempre pulcros.

juguete perro

De igual manera, la higiene bucal debe ser atendida, pues la digestión del perro – como todo mamífero- comienza en su boca. Lengua y dientes en buenas condiciones garantizan bienestar por mucho más tiempo.

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Las pezuñas deben estar bien cuidadas y el baño debe proveerse con la frecuencia debida, de acuerdo al pelaje, la raza y la actividad habitual del perro. Es importante tener en cuenta las características particulares de cada raza, y las condiciones del clima en el cual nos desenvolvemos. Por ejemplo, un perro lanudo en una zona tropical requerirá mayores cuidados que cuando se le mantiene en un clima similar a aquel del cual proviene.

Los paseos de rutina son importantes, por lo que debe disponerse de tiempo suficiente para atender las necesidades del animal, en cuanto a ejercicios y evacuación. El tiempo de paseo debe permitir a nuestro perro el correr a gusto, saltar, ladrar e incluso socializar, tanto con otros perros como familiarizarse con el ambiente externo a la vivienda.

Cuando los paseos se restringen sólo a atender las necesidades fisiológicas del animal, se le está privando de la actividad física necesaria para desarrollar su sistema músculo-esquelético así como del debido entrenamiento de sus otros sentidos, lo cual, en conjunto, hacen que se mantenga saludable.

  • Visitas de rutina y vacunaciones:Cumplir puntualmente con las visitas programadas al veterinario y las vacunaciones nos ahorrarán a mediano plazo muchas situaciones indeseables. Al igual que los seres humanos, una alimentación balanceada, ejercicio y chequeos de rutina nos mantienen cerca de una buena salud por tiempo prolongado. No es distinto con las mascotas en general, ni con los perros en particular.

De acuerdo con su experiencia, el veterinario podrá incluso ponernos sobre aviso si existe algún aspecto que se deba ajustar en cuanto al cuidado del animal.

  • Educación:Es un aspecto que la mayoría de los dueños de perros tiene en último lugar. Muchos adultos contemporáneos tal vez crecieron con la idea de que el perro doméstico tiene suficiente educación como para seguir ciertas instrucciones, ser leal a los miembros de la familia y que su instinto protector se active al percibir las malas intenciones de un posible agresor. Sin embargo, eso no funciona así.

La educación canina consiste en evitar molestias a quienes no tienen animales de compañía, y en llevarse bien con las personas. Seguir las instrucciones de su amo, estar aseado y evitar acercarse a los desconocidos para pedir alimento o dar muestras de afecto (o bien, solicitarlas).

La educación canina es tema interesante para otro artículo.

 

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