Beneficios del cardo mariano para tu perro

Las aplicaciones como hierba medicinal del cardo mariano son ampliamente conocidas. Son muchas las personas que de una manera u otra han comenzado a tomar su extracto, la silimarina, para solucionar problemas relacionados con la acumulación de toxinas en el organismo. Pero lo que quizás te sorprenda leer es que nuestras mascotas también pueden beneficiarse de su ingesta. Concretamente, los beneficios del cardo mariano son mucho más amplios de lo que puedas creer.

Al igual que sucede en el caso de los humanos, el cardo mariano se presenta como un magnífico aliado a la hora de evitar que el hígado absorba ciertas toxinas que resultarían dañinas para su correcto funcionamiento.

Es por ello que los expertos destacan que los mayores beneficios del cardo mariano para perros se dan cuando estos necesitan desintoxicar su organismo, como sucede tras haber pasado por un tratamiento de quimioterapia, seguir un tratamiento contra las pulgas o tomar antibióticos. En todos estos casos la silimarina repara el tejido hepático dañado, ayudando a su regeneración celular. De este modo, el hígado puede volver a realizar sus funciones de manera normal, eliminando toxinas de manera eficiente.

Qué es y para qué sirve la silimarina

La silimarina actúa modificando la membrana celular externa de los hepatocitos e impidiendo que las toxinas puedan acceder al interior de las células. También estimula la actividad de la polimerasa A nucleolar, lo que ocasiona un incremento en la síntesis ribosomal de proteínas y permite, por tanto, que el hígado se regenere formando nuevos hepatocitos.

Gracias a ello, la ingestión de Silimarina, o en su defecto, de cardo mariano, supone una importante ayuda en casos de cirrosis, hepatitis vírica, ictericia, y otras enfermedades hepáticas.

Sin embargo, no es ésta su única aplicación. La Silimarina se ha revelado como un potente antioxidante, cuyo efecto es 10 veces más potente que el de la vitamina E a la hora de contrarrestar la acción de los radicales libres, que son los responsables del envejecimiento celular.

También se le atribuyen otras propiedades beneficiosas de cara a la prevención del cáncer y su tratamiento, en problemas cardiovasculares ocasionados por altos niveles de colesterol y triglicéridos., o en casos de diabetes, puesto que su capacidad regeneradora no se limita al hígado, sino que también tiene efectos sobre el páncreas, que es el órgano que libera insulina y por tanto, regula los niveles de azúcar en la sangre.

Si bien gran parte de toda esta batería de beneficiosas propiedades han ido siendo descubiertas a lo largo de las últimas décadas, el uso del cardo mariano como planta medicinal se remonta a muchos siglos atrás. Aun desconociendo que la Silimarina era la responsable de la función hepatoprotectora de ésta planta, la sabiduría popular supo identificar sus bondades y la incorporó como remedio natural.

Cómo administrar cardo mariano a tu perro

Sobre cuál es la mejor forma de tomar cardo mariano en el caso de los perros, los herbolarios suelen declinar los concentrados de silimarina, prefiriendo en su lugar el uso de preparaciones a partir del cardo entero.

La posología, por su parte, puede variar de un perro a otro, ya que depende en gran medida del peso del animal. Los expertos suelen recomendar una dosis diaria de alrededor de una gota por cada kilo de peso, siempre que el perro no llegue a los 25 kilogramos. En caso de superar este peso, se recomiendan 2 gotas por kilo.

En cualquier caso, pese a los evidentes beneficios del cardo mariano para perros no conviene administrarles esta hierba sin contactar primero con un veterinario especializado en naturopatía para que nos dé unas instrucciones básicas, sobre todo si el perro está tomando ya algún otro medicamente, pues la silimarina podría generarle una reacción adversa.