La importancia de los huesos en la dieta de nuestros perros

A pesar de que podamos no darle mucha importancia, los  huesos, constituyen para la buena salud de nuestro perro un elemento casi imprescindible. En el artículo de hoy aclararemos algunos aspectos y mitos acerca de la necesidad real que tienen estos animales del hueso, alejándonos de la imagen ficticia y caricaturesca.

¿De dónde viene el origen del mascar los huesos?

Proviene de la naturaleza cazadora de este animal. Que roía los huesos de sus presas tras cazarlas. Y eran estos los que ayudaban a mantenerlos sanos y a adquirir todas las vitaminas y minerales necesarios en su dieta.

¿Qué aportan los huesos a nuestro perro?

Los huesos son ricos en calcio ya que en su composición cuentan con un 25-35% de este nutriente que es fundamental para el desarrollo de nuestro perro. Pero además tampoco podemos olvidar que son ricos en sodio (5,5%), hierro (2,6%), magnesio (0,3%) zinc (0,1%). Además de contar en su composición también con algunos tipos de aminoácidos muy necesarios como la lisina y metionina, e incluso ¡con ácidos grasos!

Además fortalecen los dientes y ayudan a nuestra mascota a soltar estrés y sentirse más feliz.

¿Qué precauciones debo de tener con mi perro a la hora de darle un hueso?

Es importante que nunca les des a los perros huesos cocidos, ya que estos son dañinos para su tracto intestinal, pudiendo crear en este diversas perforaciones que con el tiempo podrían causar considerables problemas en la salud de nuestro perro.

También es importante tener en cuenta el tamaño del hueso en relación con el tamaño de la cabeza o mandíbula de nuestra mascota. Es necesario tener en cuenta este punto sobre todo en cachorros, o en perros que no estén acostumbrados a roer huesos de manera habitual. Con este simple truco evitarás que el animal pueda tragarse el hueso por error, y correr el riesgo de asfixiarse o hacerse heridas internas con él.

En algunas ocasiones, pueden provocar estreñimiento, esto es un indicador de que estamos dándole un hueso durante demasiado tiempo o con excesiva asiduidad.

¿Cada cuánto tiempo debo de darle un hueso a mi perro?

Lo ideal es darle un hueso cada dos o tres días, y dejar que esté con él, al principio unos 10 o 15 minutos, y progresivamente, a la vez que se a acostumbrando a roer huesos, aumentar el tiempo.

¿Qué huesos son los más recomendables?

Principalmente los de pollo, ya que contienen restos de una carne blanca y muy blanda y además tienen un gran contenido en ácidos grasos muy beneficiosos para nuestro perro.

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