Cómo saber visualmente si mi perra está embarazada
Muchas veces es complicado saber si una perra se encuentra embarazada o no, sobre todo si ha subido de peso por alguna razón, no entra en nuestras opciones que esté embarazada.
Cuando no cabe la duda es cuando nos encontramos en las últimas semanas de gestación, las nueve últimas exactamente, que el tamaño del vientre de nuestra perra es muy complicado de pasar por alto.
Si queremos encontrar la mejor manera de averiguar si nuestra perra se encuentra o no embarazada, obviamente, una visita al veterinario es una de las mejores opciones.
Pero también debemos ser conscientes de pequeños cambios físicos y en su comportamiento que nos pueden ayudar a saber si nuestra perra está embarazada o le ocurre otra cosa.
Esto lo podemos determinar gracias a que las perras nos regalan señales de su estado al principio, durante y al final de su embarazo. Por lo que podemos detectarlo en todos los momentos de su embarazo antes de llevarnos una sorpresa o de que nuestra perra corra algún tipo de peligro.
¿Qué debemos observar y qué no?
Indice:
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de observar a nuestra perra es, obviamente, los cambios físicos. Que tambien nos pasan cuando estamos embarazadas las personasembarazadas las personas. El más llamativo es el cambio físico que se ocurre en el color de los pezones ya que es uno de los principales indicadores de que estamos ante un embarazo canino.
También su hinchazón y que los podamos notar más sobresalientes de lo habitual, nos indica que estamos ante un apareamiento que pudo haberse desarrollado hace 2 o 3 semanas. Hay más cambios que iremos viendo a continuación en las distintas fases del embarazo de una perra.
Por otro lado, tenemos que fijarnos de manera más explícita en el tamaño de nuestra perra ya que, aunque no suele cambiar antes de la segunda mitad de su embarazo, es su cintura y su embarazo las zonas que más ensanchan.
Hasta este momento no debemos aumentar la cantidad de comida, es por ello por lo que si ya sabemos o sospechamos que nuestra perra está embarazada, debemos acudir a un veterinario para recibir toda la atención necesaria y pautas a llevar a cabo.
Si ya hemos visto síntomas claros de que nuestra perra está embarazada pero queremos asegurarnos aún más, es el momento de que veamos si se encuentran cachorros en el interior de nuestra perra. Esto ocurrirá en el último tercio de la gestación y todo lo que debemos realizar es colocar nuestras manos en cada costado de nuestra perra para ser capaces de sentir el movimiento de alguno de ellos.
No importa si no conseguimos notar a ninguno de ellos, aunque nos hayan confirmado el embarazo de nuestra perra, estos se suelen encontrar en el fondo del vientre de nuestra perra y rodeados de líquido, por lo que es bastante normal.
Debemos tener claro que el comportamiento de nuestra perra no va a variar mucho hasta la última etapa del embarazo, que es en la que los cachorros tienen un tamaño bastante grande y ralentizan su movimiento. De resto, su comportamiento es complicado que se convierta en un indicador muy fiable en el principio del embarazo.
Por último, podemos esperar cambios en las horas de las comidas de nuestra perra, no porque pierda el apetito sino porque los cachorros ocupan más espacio en su abdomen y aprietan su estómago y no tiene espacio para tanta comida.
Querrá comer poco y más frecuente que mucho y dos veces al día como te tenía acostumbrado antes de todos estos cambios que están ocurriendo en su cuerpo.
Fases del embarazo en una perra
Primera fase:
El embarazo de una perra suele ser de unas 9 semanas, entre 58 y 68 días, siendo la primera fase de 3 semanas. Lo principal que debemos tener en cuenta durante esta etapa es que va a ser muy complicado visualizar signos evidentes de que nuestra perra se encuentra embarazada.
Es muy frecuente que las perras empiecen a cansarse más fácilmente o comiencen a comer menos, es por ello por lo que si vemos estos comportamientos deberíamos acudir a un veterinario por si no fuese un embarazo sino otra cosa.
Es la manera de obtener información útil también para conseguir que la primera fase pase lo más equilibrada y útil para nuestra perra y los futuros cachorros.
Segunda fase:
Suele durar una media de tres semanas, entre la semana 4 y la 6, donde nuestra perra puede experimentar un aumento de su apetito y podemos ver como comienza a ganar peso.
Es la fase más indicada para que hagamos ejercicio de manera regular con nuestra perra, ya que en la tercera fase será casi imposible que lo podamos llevar a cabo e, incluso, existen perras que les cuesta debido al aumento de las glándulas mamarias.
Tercera fase:
Entre la semana 7 y la semana 9, tiene lugar lo que conocemos como la tercera fase del embarazo de una perra. Es la fase definitiva y donde podemos detectar muy fácilmente y de manera visual que nuestra perra se encuentra embarazada, ya que el crecimiento del abdomen es bastante notable y es el momento en el que comienza la producción de leche.
Dentro de su comportamiento notaremos que se siente más irritable y toda compañía puede molestarle, es por ello que siempre es recomendable darle todo el espacio que quiera y necesite.
También nos encontramos en la etapa en la que nuestra perra necesitará una revisión por parte de nuestro veterinario más exhaustiva.
En esta revisión lo que más se busca es el bienestar de la perra y comprobar el crecimiento adecuado de los cachorros, además de comprobar constantes, etc.
Es importante también saber cuántos cachorros vienen, lo cual se puede conocer a través de la palpación por parte del veterinario en el abdomen de nuestra perra o realizándole una radiografía.
Esta es una acción muy importante que se debe llevar a cabo, ya que a la hora de llevar a cabo el momento del parto, debemos saber cuántos cachorros están en camino y estar preparados para todas las atenciones que puedan necesitar.
Señales a las que prestar mucha más atención:
Existen señales que pueden ponernos en alerta y avisarnos de que algo no está bien ni con nuestra perra ni con nuestros futuros cachorros. Algunas de esas señales son las siguientes:
- Nuestra perra no come ni bebe o tiene algún tipo de sangrado durante la primera fase.
- Sigue embarazada después de cumplir las 9 semanas o 65 días.
- Se cansa durante el parto a pesar de quedar más cachorros por salir.
- Tarda más de dos horas en expulsar a alguno de sus cachorros.
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